espacio vacio entre los dos,
abismo enorme que nos separa
más y más
teléfono en mano,
labios sellados...
Triste y dolorosa conversación,
que me deja con este amargo sabor,
porque me sabe a despedida.
No cabe duda,
tengo algo de Masoquista...
Tuve que llamarle,
y busqué,
tal vez provoqué,
aunque sin querer,
que me volviera
a abrir ésta herida,
que ya estaba cicatrizada...
tengo algo de Masoquista...
No me bastaron las heridas recientes,
Tuve que llamarle,
y busqué,
tal vez provoqué,
aunque sin querer,
que me volviera
a abrir ésta herida,
que ya estaba cicatrizada...
Citando las palabras de un Estimado amigo:
"como cuando te cortas,
te quitas la costra
y te sigues rascando
para que siga sangrando"
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